Hasta aquí llegan mis aventuras con Los Juegos del Hambre. No mentiré, y os diré que no he sufrido muchísimo con este libro. Lo he hecho, y mucho.

Nos presentan a Katniss de una manera distinta a la anterior, pero a la vez sigue siendo la chica luchadora del primer libro. Vemos que ha cambiado, es imposible ser la misma persona después de tantas atrocidades vividas y vistas. Vemos que no está bien, lo cual la hace un personaje más humano y real.

Me gusta que se toque el tema psicológico. Vemos que ningún vencedor está bien realmente. Y si le añadimos que hay vencedores secuestrados por el Capitolio, podemos entender el estado de Finnick. Incluso el de Katniss, y la razón que la empuja a finalmente ser el Sinsajo, la marioneta del Distrito 13.

Como sucede en las guerras, hay miles de muertos, pero hay una muerte que me parece muy innecesaria. Y siempre lo he pensado. Incluso Snow sabe que lo es. Nos lo dice directamente, desde su papel de presidente loco y totalmente ido. Sabemos de la mano de Finnick cómo llegó Snow a la presidencia del Capitolio a muy corta edad. Y por qué rebosa sangre cada vez que habla, tose o simplemente existe.

Muchos podríais decir que las escenas Katniss-Peeta y el "¿Real o no?" son super bonitas y todo lo que queráis. Pero a mi me parece muy triste y desesperanzador. Sólo imaginaros cómo sería que eres torturado después de haber pasado por dos Juegos del Hambre, que eso de por sí ya es una tortura, y te usen de arma contra la mujer a la que amas. Sinceramente creo que lo hace un personaje muy real. Porque vemos que al llegar al Distrito 13 y pasar su locura inicial de intentar matar a Katniss nada más verla, intenta con todas sus fuerzas recordarlo todo. Deshacerse del veneno que le han dado durante su estancia en los calabozos. Pero no son las ravesvíspulas de lo que intenta librarse, ese no es el verdaddero veneno. Lo es los recuerdos que le han transformado. Es no saber quien eres, ni si tu vida fue una mentira.

Pasamos a Gale, mi amor querido. Sí, adoro a Peeta, pero Gale es como ese chico al que no le puedes quitar la vista de encima. Y no en el sentido romántico. Si no en el sentido militar. Tiene ideas tan descabelladas como buenas. No, no me refiero al momento en el que quiere acabar con todo el mundo haciendo bombas de doble estallido. Me refiero a sus planes militares. Su fuerza en la causa. El apoyo que le da a Beetee. Y no dejo de verme reflejado en él con su desamor. Porque... ¿Quién no ha sido rechazado más de una vez por alguien de quien está enamorado?

Mis personajes favoritos de este libro son sin duda Prim, Finnick y Annie. Finnick, a pesar de estar fatal por la falta de Annie, apoya a Katniss todo el tiempo, física y emocionalmente. La ayuda en todo lo que puede, incluso trata de hacerla sentir mejor cada vez que Peeta salía en las transmisiones del Capitolio. Prim también estaba ahí para su hermana todo el tiempo, sin preguntas, simplemente hablando con ella, y dándole lo que cree que necesita: Apoyo y amor fraternal. Y Annie, con su inestabilidad, vemos como apoya a Finnick hasta el último momento, incluso cuando él no está.

¿Recomiendo este libro? Definitivamente sí. Cierra la trilogía de una manera monumental, y es muy necesaria para entender cosas que ya creías olvidadas de los libros anteriores. Te ayuda a comprender todo lo que está ocurriendo. Y además, te ayuda a ver que no hay un bando bueno, y uno malo. Todos tienen su maldad. Y siempre hay algo bueno. Me ha alegrado muchísimo poder volver a leer esta trilogía 7 años después. Con otros ojos. Recordar detalles que había olvidado.