¡Uf! No sé ni como empezar con esto, sinceramente. Killing Stalking es un manhwa que me ha acompañado durante muchísimo tiempo, hasta que se terminó. Si mal no recuerdo, empecé a leerlo sobre 2018, y me duró hasta hoy. 

Nos presentan a Yoon Bum, un chico bastante delgado y apartado del mundo, quien allana una casa porque allí vive el chico que le gusta. Sin embargo, Sangwoo no es como él esperaba, ni de lejos. En la universidad se muestra como un chico tranquilo, dulce y perfectamente normal. Pero en su casa muestra realmente como es en realidad, y Bum lo sentirá en cada hueso de su cuerpo.

Yo he de decir que mi crush supermo de este manhwa es Seungbae, un policía que investiga los asesinatos y desapariciones que suceden en Seúl. Se topa en el camino de Sangwoo por casualidad, ya que su jefe y el chico se conocen de antes. Y bueno, ya sabéis como puede ir la historia. O muy bien, o muy mal.

La historia en sí no es que me gustase porque sea una historia super bonita, si no que es de esas historias que por mucho que sepas que nada de lo que está pasando sea correcto, estás pegado a la pantalla/papel sin poder separarte hasta que acabas. Muestra trastornos mentales muy graves, y se puede ver que, mal gestionados, pueden acabar convirtiendo a una persona en un monstruo. La crudeza de esta historia puede llegar a enseñarte que nada en este mundo es como podemos imaginar en principio. Y sobretodo, que no debes entrar en casas ajenas sin ser invitado. Realmente, no me gustaría encontrarme con un Sangwoo en la vida.