¡Vamos a ello!

 

De nuevo con la compañía de Ana e Irene, nos internamos en el tercer libro de Percy Jackson. Esta vez, Grover los llama en invierno. Acudirán a ayudarlo con dos mestizos, gemelos, para llevarlos a salvo al campamento. Pero no todo es lo que parece. Y acabarán envueltos en una nueva búsqueda. 

Percy me saca de quicio. Sí, es un libro para niños. Sí, es el protagonista. Pero que quera estar en todos los fregados... Me pone de los nervios. Es como el típico niño malcriado que debe tenerlo todo para él. Ya pasó en el libro anterior con la búsqueda de Clarisse. Y también pasa ahora con la búsqueda de Zoë Belladona y las cazadoras. Simplemente, ¡arg!

Por otra parte, conocemos más dioses, más monstruos, más personajes y más de todo. Este es el mejor libro que he leído de la saga hasta ahora, y espero que siga creciendo para los dos que faltan. Vemos ya que el libro se centra en cosas más serias, los combates y batallas son más serios también, e incluso la búsqueda lo es. En este caso, conocemos a Bianca y Nico di Angelo, dos gemelos mestizos. La actitud de Bianca al principio me sorprendió muchísimo, pero viendo como acaba todo, me parece muy conveniente la elección, de cara al futuro (como es normal en esta serie).

Por otra parte, conocemos a Apolo y Artemisa, y también a las cazadoras de ésta. En concreto a Zoë, quien tiene muchísimo que aportar. Al principio el personaje no me gustaba. Pero según iba pasando el libro, más cariño le cogía. Es un personaje bastante bien hecho. Teniendo en cuenta de que es más vieja que muchos dioses. 

En conclusión, se nota que la acción está llegando, que todo está empezando a desmoronarse y que todo requiere muchísima más atención que en los dos libros anteriores, que eran más bien introductorios. Aquí podemos ver más de los poderes de los dioses y de las repercusiones de los actos de los héroes y sus puntos débiles. Y creo que se viene un libro que va a ser una bomba.