Entrevista | Irene Maciá Domenech

By Mireia - julio 29, 2017

 ¡Hola!


Bienvenidos una semana más a mis entrevistas. Hoy conoceremos a una escritora de Elche que se centra en el teatro, la poesía y los relatos. ¿Queréis conocerla? Vamos a ello.



¡Hola, Irene! Para empezar con esta entrevista, ¿qué puedes contarnos sobre ti?

Soy una orgullosa ilicitana que próximamente cumplirá la redonda cifra de 20 años, estudiante de Criminología porque no soporta injusticias tan graves como las desapariciones de menores o la pederastia y actriz de teatro que siempre sentirá un agradecimiento eterno a su grupo por lo mucho que la ha hecho crecer tanto actoral como personalmente y por demostrar que el teatro de estudiantes no siempre es conformista ni debería de serlo. Como anécdota literaria, he pasado muchos veranos paseándome por la Feria del Libro soñando con que algún día mi nombre se ubique entre sus estanterías y por fin lo estoy haciendo realidad.


Se podría decir que llevo el arte en los genes porque mi familia cuenta con pintores, músicos y una talentosa y futura gimnasta y medallista olímpica (risas). El antepasado que más se asemeja a mí es mi tatarabuelo Ramón Brotons, autor de obras de teatro en valenciano que también combinó con la música al incluir partituras para zarzuelas en ellas. Aunque está muy bien contar con referentes en tu familia, considero que cada uno debemos valernos por nuestra propia singularidad y no ser reproducciones de segunda mano de nuestros contemporáneos o de los que vinieron antes. La variedad es más bonita a la hora de complementar porque así todos tienen algo diferente que aportar y no caes en la aburrida monotonía del estilo o el trabajo imitado.

Me dejas anonadada... Que sabias palabras. Dado que George Michael está muy presente en esta obra, ¿qué significa él en tu vida?

Sin lugar a duda, George Michael es uno de los mejores artistas británicos de la historia y también uno de mis favoritos porque todos mis recuerdos y vivencias con su legado han sido demasiado buenos. Especialmente, me ha hecho muy feliz tener el honor de conseguir que una antigua fan de su época, una ex profesora mía del instituto a quien le dedico el libro, se reencuentre con su arte tras muchos años sin saber de él y con la misma energía que en su adolescencia. En el aspecto técnico, Michael encaja perfectamente con el perfil de un artista que sabe, con óptimos resultados, reinventarse y renovarse a sí mismo con el paso del tiempo en lugar de encasillarse en el pasado que lo dio a conocer, además de que desde bien joven ha salido adelante con las tareas de composición y producción; privilegios que no todos han poseído. Como nota triste, George Michael también ha supuesto el primer cantante que ha fallecido cuando yo ya llevaba varios años admirándolo, al contrario de otros a quienes comencé a seguir tras su muerte o que simplemente murieron mucho antes de nacer yo. Más aún, en oposición a lo que he vivido anteriormente, jamás me hubiera imaginado que George se marcharía justo cuando yo hablaba de él; escuchaba, cantaba y tocaba sus canciones y preparaba un trabajo inspirado en su música. Está clarísimo que, de ahora en adelante, muchos no volveremos a oír Last Christmas de la misma forma.

Parece que tu devoción por Michel no tiene límites, no los tendrá nunca. Y eso es digno de admirar. ¿Qué personaje de Wake me up! te gustaría ser? ¿Por qué?

Mientras escribía el libreto de Wake me up! tuve bien claro que la pareja formada por James y Linda eran una especie de dualismo de lo que ha sido y es mi personalidad. Si tuviera que escoger algún personaje en cuanto a desarrollo de su psicología, sería sin duda con estos dos porque representan mi propia transformación del carácter a través de los años. Por un lado, Linda es una mujer deseosa por mostrarse al mundo tal cual es y de gritar sus inquietudes a los cuatro vientos sin tener que sentirse insegura o avergonzada por ello. Por otra parte, James es quien ha sabido superar esas debilidades iniciales pero que ahora debe vivir el trabajo diario y constante de mantenerse en dicha línea. 

Como simple rasgo complementario aunque obviamente no me quedaría con todo el personaje, creo que se puede aprender mucho del cambio de Richard. Al contrario de lo que muchos pueden creer, este muchacho no se transforma mágicamente por el amor de una mujer como si de un cuento de hadas con príncipes azules se tratase, sino porque se da cuenta de que la raíz de la cuestión está únicamente en su madurez y en la responsabilidad que conlleva la repercusión de nuestras decisiones y acciones en los demás.

Richard es uno de mis personajes favoritos, junto a James. Su evolución es tan magnífica, que no te deja indiferente. La duda que me asalta ahora es... ¿Escribes otros géneros a parte de musicales o teatros?

La poesía y la narrativa le siguen muy de cerca al teatro ya que con cada una de las tres modalidades tengo la posibilidad de experimentar una forma diferente de plasmar todo lo que llevo dentro. Junto con las novelas, que implican más tiempo y paciencia para escribir, descubrí los microrrelatos para poder difundir mis chistes y reflexiones breves así como los fanfics, que me permiten jugar con mis gustos ajenos a la escritura. Y respecto a la lírica, los versos son mi manera más intimista y personal de comunicarme, responder o interactuar conmigo misma o con los sucesos del mundo en los instantes en que pienso que la narrativa se queda corta e insuficiente para expresarme o me hace perderme entre las palabras.

Entiendo completamente lo que me dices, Irene. Y dado que eres una autora autopublicada... ¿Te planteas publicar editorialmente?

Me parece muy pronto para hablar de editoriales profesionales porque no puedo contratar con ellas por mi actual situación económica y la única que podía publicarme gratis rechazó mi poemario La ciudad dormida, además de que cuesta mucho encontrar una imprenta que admita la dramaturgia. Como escritora que ha comenzado a publicar recientemente, estoy muy satisfecha actualmente con la autoedición porque te permite la libertad creativa en cuanto a diseño de portadas y establecimiento de precios para vender, además de que puedes resubir los manuscritos si descubres que se te ha escapado el ajuste de los márgenes o alguna errata.

Un punto de vista muy interesante, del que creo que la mayoría de autopublicados están de acuerdo. Por ende, ¿has firmado algún libro?

Todavía no porque la mayoría de lectores se compra o se descarga mis libros en versión electrónica (risas), pero espero poder hacerlo muy pronto porque varios parientes y amigos míos quieren adquirirlos en formato físico. Cuando por fin estampe mi firma sobre un papel será un momento tan dulce y especial como el del bebé que camina sus primeros pasos.

Ya te adelanto, Irene, que es la sensación más maravillosa que podrás sentir en tu carrera literaria. Sentir que alguien posee tu pequeña creación y desea que tú dejes allí tu caligrafía. Otra cosa que me inspira curiosidad son los géneros literarios que sueles leer. 

Entre narrativa, poesía y teatro me he inclinado sobretodo por los grandes clásicos de la literatura, los cuales ya son muy diversos en sí mismos en cuanto a estilos, orígenes, épocas, procedencias y temáticas. Por ejemplo, en mi eBook puedes encontrar obras tan variopintas como las tragedias de Federico García Lorca o las comedias de Miguel Mihura y Enrique Jardiel Poncela, algunas de ellas interpretadas con mi grupo sobre las tablas. La poesía del mencionado Lorca está acompañada por la de mis paisanos Miguel Hernández y Vicent Andrés Estellés y eventualmente por la del magnífico Walt Whitman. Fuera de los clásicos literarios, mis autores actuales más recurridos son Nicholas Sparks y Albert Espinosa. Como géneros minoritarios, desde niña me han gustado mucho los cómics de Francisco Ibáñez y de vez en cuando he probado con el ensayo gracias a los textos de C.S. Lewis. Cuando leo las noticias en los periódicos siempre acabo encontrándome algún artículo periodístico interesante.

En cuanto a lecturas, eres demasiado semejante a mí, obviando a Sparks, de quien no he leído obra alguna aún. Y, para acabar… ¿Qué fue lo que te motivó a escribir?

Mi fracaso en el deporte, quizás (risas). Bromas aparte, desde pequeña comentaban en mi entorno que tenía un talento natural para escribir aunque en esos momentos no lo entendía, creía que exageraban o no me llamaba demasiado la atención porque en esos momentos estaba centrada en otras cosas. No fue hasta que entré en el instituto cuando un profesor de Lengua y Literatura llamado Antonio Moreno Guerrero, también novelista y poeta, me convenció de mi potencial y decidí desarrollarlo en serio, y gran parte de lo que sé se lo debo a él. Aunque la parte económica es una ventaja positiva, eso es lo que menos me importa comparado con la satisfacción de un trabajo del que te puedes sentir realmente orgullosa. Recientemente he descubierto que la escritura, junto con dejarme relacionarla con la música, la actuación y dar a conocer distintos aspectos de la cultura popular; tiene el poder de convertir cualquier situación o sentimiento en la belleza más encantadora y de comunicar mensajes a la humanidad que serían difíciles o incluso imposibles de transmitir solo con el habla.

Me gustaría finalizar con un consejo: nunca viváis el efímero y a veces mal llevado éxito del momento como si fuera el último día, sino que siempre escribáis como si fuera el primero para no perder la ilusión y las ganas de aprender.

¡Qué sabias palabras, Irene! Aquí acaba nuestra entrevista.

¿Qué os parece esta joven escritora en auge? ¿Y su historia?

¡Un beso y nos leemos pronto!

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