Amadeus andaba por el pasillo del Instituto de camino a la clase. Iba vestido con unos pantalones tejanos desgastados, una camiseta con el dibujo de un hombre con espada enfrentándose a un dragón.

Pero había en él algo más característico que sus famosas camisetas de dragones y grupos de música. En su rostro y su corazón siempre había sombras que hacían evidente el maltrato recibido, y pese a continuar adelante, nada en su vida era fácil.

Hasta que un día, en el último año de bachillerato, todo dará un giro inesperado. Lo paranormal, lo histórico y su poderoso mundo interior, se mezclarán para dar paso a una vida mejor.

La historia nos presenta a Amadeus, un joven con Tourette amante de los libros y los mundos de fantasía. Una nota en su pupitre marca el inicio de su nueva aventura, dando paso a su nueva manera de ver el mundo.

Me topé con este libro de casualidad porque su autora, persona con la que coincido en la red, lo promocionó en su perfil de bluesky. Me pareció una historia interesante por lo que le di una oportunidad. Empecé la aventura gustándome todo lo que leía. Las referencias a lo largo de la historia, que encajan perfectamente con el fanatismo de Amadeus por las historias de fantasía y la mitología artúrica, lo propiciaron. Sin embargo, esa emoción fue perdiendo su fuelle a lo largo del libro. Tal vez fuera cosa mía, pero todo lo relacionado con Miguel y el franquismo no acabé de entenderlo ni encajarlo del todo. Me ha sobrado un poco.

Me ha gustado la visibilidad que se le da a distintos tipos de personas durante la obra: Tourette, Síndrome de Down, inmigrantes... También la visibilidad que se le da a problemas reales como el bullying, entre otros.

En conclusión, creo que la historia está bastante bien ideada, pero no era para mí. Los personajes son muy humanos y están muy bien construidos, las referencias aportan muchísimo a la historia y los temas tratados son muy necesarios; pero no he acabado de conectar con ello.